La Muerte del señor Lazarescu

sábado, 5 de diciembre de 2009

La Muerte del señor Lazarescu

Mueren, mueren personas
en Tokyo.

Mueren, mueren personas
en el Callao.

Muere, muere tu corazón con escarlata atardecer.
Te preguntas si serás el mismo mañana,
sabes que de alguna forma volverás a buscar tu propio dolor en esa mujer,
todos caemos otra vez en los mismos errores,
pocos logran aprender, ser de esas personas excepcionales,
no, ese no es tu futuro, el destino esta salpicado de traiciones cotidianas,
no busques los ideales heroicos ni románticos,
confórmate con esta existencia cínica, desinteresada,
total, el que menos se deja enlazar, mas libre es.
Don’t you think?
Si nos unimos mucho, something we’ll be holding us back.

Soy feliz, 8 horas y estoy de vuelta para hacer lo que me plazca.
Hojeo una revista, me baño. Tomo el saco, las llaves,
estoy de vuelta en las calles, sonriendo a las extrañas con autosuficiencia,
el taxi me deposita en mi destino, una calle atestada de adultos jóvenes,
o adultos que no terminaran de madurar nunca,
en la barra del bar, observo, encuentro, saludo. “vamos a bailar?”
Música sintética que no te hace pensar en nada,
catastrophy, intergalactic sabotage, planet explosion, dance dance,
laser simphony, before you realize you will be hypnotize
No estamos hipnotizados pero si estimulados,
apuramos el paso a otro lugar, desde el ultimo piso observamos esa plaza,
muchas conversaciones eruditas en el aire, estamos cansados
de tanto farsante.

Primavera helada, pasos algo entreverados,
vamos a tu lugar -hace tiempo que estas mudándote-
recuerdo un poco las cajas con las que tropecé,
aunque eso no importa, vamos a lo nuestro,
eso es lo mejor, no esta mal para una noche de sábado helado,
arranco tus medias negras, levanto tu falda, y te pongo a mirar el nordeste,
luego miro el techo en esa dirección mientras estas comiendo un caramelo
por mis honduras; aquel gato nos observa y esta sinfonía se vuelve algo torpe,
pegas un salto, and you’re on top, me siento como uno de esos cuadrúpedos de carreras,
aunque no estamos en Monterrico pero te estas pegando un buen derby,
Before you notice it, es mi turno, de un manotazo me pones sound track
para hacerlo con ritmo.

Mueres, ambos estamos muertos, uno al lado del otro.
Ojos cerrados cada uno enterrados en otros pensamientos, pensando en otras personas,
se termino la transacción, tu me pides “quédate un rato mas”, aunque se que es una mentira.
Mientras duermes salgo sin hacer ruido, acaricio a tu gato entrometido, salgo de tu edificio,
todo es celeste, una fina garua cae sobre mi, mientras camino por las veredas de esta avenida llena de verdor.

Tomo un papel de mi bolsillo derecho, y recuerdo que mas tarde
estaré caminando entre el frio, apresurando el paso para ver una película,
de la cual nunca supe nada, solo el nombre, tantas veces,
la muerte del señor Lazarescu.

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